jueves, 28 de enero de 2016

ALMANAQUE EL FIRMAMENTO, 2016
Un curioso anacronismo
Al llegar el Nuevo Año tengo la costumbre de adquirir el CALENDARIO ZARAGOZANO, de evocaciones vetustas y hasta viejunas, en el que se hacen predicciones que no están basadas en las técnicas de la meteorología científica actual (para eso me guío por la AEMTdel Gobierno de España) sino en algo que tiene que ver con la observación directa de aquellos indicios que en tiempos pasados habían guiado en su medio rural al hombre en sus tareas de campo.
Y ahora me permitiré una breve digresión filológica: la palabra almanaque proviene del árabe hispano almanáh, con el significado de calendario, término a su vez, derivado del latín que significaba ‘primer día del mes’.
Este almanaque o calendario fue creado en 1840 por don Mariano Castillo y Ocsiero y alcanzó muy pronto una credibilidad casi absoluta entre sus seguidores.

La referencia 'ZARAGOZANO' no viene impuesta como gentilicio por ser la patria chica de su autor, que efectivamente había nacido en Aragón, sino por la alusión erudita a Victoriano Zaragozano, astrónomo español del siglo XVI que alcanzó fama por sus predicciones meteorológicas tan poco científicas, supongo, como las de don Mariano.
Las actuales ediciones de este famoso almanaque han ido incorporando la fotografía, el dibujo, los cuadros sinópticos y otras maneras, siempre en blanco y negro, que mantienen ese aire retro que a sus seguidores nos gusta especialmente.
Su contenido es extenso y variopinto. Aquí recojo algunos epígrafes como muestra:
Juicio Universal Meteorológico. Pronóstico del tiempo
Fiestas religiosas
Calendario de siembras
Datos de interés agrícola y ganadero
Calendarios gregoriano, judío y musulmán
Labores del campo en los meses del año
Santoral cristiano
Refranes
Ferias y mercados de España
Santos patronos cristianos
Calendario perpetuo
Frases célebres
Efemérides
Fechas de la Semana Santa
Correspondencias de pesos y medidas
y otros tantos datos heterogéneos e informaciones curiosas. 
También se presenta, en un cuadernillo menor, una versión abreviada de la que se han excluido todos aquellos asuntos que no son estrictamente los propios de un calendario convencional.
ALMANAQUE EL FIRMAMENTO CALENDARIO ZARAGOZANO 2016. 144 págs.

jueves, 21 de enero de 2016

Cuadernillo de Notas, 44  
 
Abro el buzón del correo electrónico una o dos veces a la semana y sucede encontrarme con veinte o más emáils en los que se me invita a disfrutar de la Viena Monumental, se me amenaza si no hago tal cosa o dejo de hacer esta otra, se me aconseja A la salud por el ajo y el limón, se me recuerda que Cebollinos del Monte existe, se me previene contra los peligros de las lámparas de bajo consumo o de los timos con las tarjetas… Muy pocos son los que me hablan con pronombre propio, yo, tú; él (¡qué alegría más alta: vivir en los pronombres!..., que decía Pedro Salinas). Y de éstos, sólo alguno llega a interesarse por mí como amigo, hermano, paciente, colega o enamorado. Parece cierto que lo que nada cuesta muy poco vale.
Añoro las cuartillas manuscritas (mucho dice la caligrafía del que escribe de puño y letra) con la crónica pequeña de la vida, tu prima Celia ha tenido una niña, un rayo cayó en el campanario de Santa Ana y rompió la veleta, Ángel se ha comprado un coche nuevo, te esperamos para San Blas y los samblases…, enviadas, de vez en cuando, por el correo ordinario en un sobre con un sello precioso. Crónicas de lo corriente y de lo excepcional cuyo contenido nos afectaba aunque fuera con retraso (para las urgencias siempre estaba el teléfono). Cartas que se conservaban durante años, y generaciones, en una caja para que sirvieran como recordatorios y porque, a pesar del tiempo transcurrido, de la lejanía o de la desaparición de los remitentes, conservaban la calidez del pulso de la mano que las había escrito.
Estos expendedores de correos electrónicos prescindibles, deben de disponer de mucho tiempo libre y necesitan rellenarlo con lo que sea, aventando la paja sin pizca de grano en el cosmos surcado por millones de internautas ajetreados y frenéticos. Una vez leídos ¿alguien los conserva como algo valioso no ya por el contenido sino, y especialmente, porque fueron escritos por una persona identificable por la forma?  Eliminar: al Vacío Absoluto. Por no hablar (o sea, escribir) de esa otra inundación, más sintética y compulsiva, que llaman WhatsApp, con imágenes instantáneas adheridas.  

jueves, 14 de enero de 2016

Hada Azul del Otoño

 
Te quiero.
Te quiero sin importarme TODO lo demás.
Te quiero sin tener en cuenta lo que pienses de ello.
Te quiero y no espero nada más de nadie.
Te quiero y mi amor por ti me ayuda a soportarme.
Te quiero y te querré siempre y más allá.
Te quiero
.  

lunes, 11 de enero de 2016

Los surcos del azar
Una novela diferente.
Se trata de una novela gráfica. Este género específico cuenta ya desde hace años con suficiente presencia de obras y autores como para que la aparición de ésta produjera una auténtica novedad entre los habituales lectores.
Así ha ocurrido con la excelente novela dibujada por Paco Roca.                                                           
El relato comienza con la angustiosa huida de miles de hombres y mujeres que esperan hacinados en el puerto de Alicante la llegada de barcos que los lleven fuera del alcance de las represalias del ejército del Franco vencedor, que está a punto de llegar. Y a partir de aquí se cuentan las vicisitudes del personaje protagonista, un joven soldado  anarquista, Miguel Campos, que ha participado en la Guerra Civil y que consigue salir de manera casi providencial de la terrible ratonera. Soportará la reclusión en un campo de internamiento en Argelia del Petain colaborador con los alemanes, la guerra en el desierto, se enrolará en el ejército francés de liberación y actuará, con otros españoles, ya durante ocho años ininterrumpidos de lucha contra el fascismo y el nazismo, primero en España y después en Europa. Formará parte de "La Nueve", integrada en la División blindada de la Francia Libre del general Leclerc que liberará París. Hasta aquí el resumen, muy sucinto, del contenido argumental de la novela. Una síntesis apretada de realidad y ficción. Y paralelamente, las indagaciones del dibujante Paco Roca.
Lleva el volumen, en una de las primeras páginas, unos versos de don Antonio Machado, el poeta  recordado con emoción, más adelante, en su exilio, muerte y sepelio en Collioure (páginas 62 y 63):
 
                   ¿Para qué llamamos caminos
                   a los surcos del azar?...
                   Todo el que camina anda
                   como Jesús sobre el mar.
                 Proverbios y cantares, en "Campos de Castilla".

La acertada utilización de la narrativa gráfica, hábilmente dibujada recurriendo a viñetas en blanco, negro y gris para situar al lector en el presente actual de 2011 a 2013, cuando indaga sobre la persona del protagonista, al que ha localizado en una innominada localidad francesa, ya anciano y renuente a contar su pasado, un pasado que se nos va ofreciendo a los lectores en viñetas coloreadas, una historia más del dramático exilio español a través de los recuerdos, reales o ficticios, de Miguel Campos.
La novela fue publicada en 2013 y recibida con unánime aceptación por lectores y críticos como la mejor obra gráfica del cómic en este año. El autor-dibujante es el personaje que encuentra a Miguel, enfermo y achacoso, del que consigue con paciencia y tacto que le vaya contando su lucha contra el nazismo. Recurre como elemento de eficacia narrativa al flashback, de utilización frecuente en toda la novelística convencional. 
La maestría de Roca ya nos resultaba conocida por otra excelente novela gráfica, la titulada Arrugas, que obtuvo el Premio  Nacional del Cómic (Barcelona, 2007) y por su posterior versión en filme de animación, sobre un tema tan delicado, actual y preocupante como lo es la enfermedad de altzeimer.
Me permito recomendar su lectura a todos aquellos, sean lectores de cómics o no, para que puedan disfrutar de un relato diferente, de gran calidad en sus aspectos plásticos y literarios.
 
Roca, Paco. Los surcos del azar. Edit. ASTIBERRI. 3ªedición, 2014. 320 págs.
Cuadernillo de Notas, 43
 
Mayo, 2015
Una vez más andamos a vueltas con Cervantes y El Quijote. Resulta abrumadora la fiebre cervantista que se ha desatado en torno a la localización de los restos del autor del Quijote, alimentada, según afirman los responsables, con más de 114.000 euros…, que  proceden de las arcas del Ayuntamiento de Madrid. Arqueólogos, genetistas, forenses, rastreadores del ADN, historiadores, críticos y expertos de toda laya nos han ido proporcionando datos que intimidarían a cualquiera con este culto reverencial por los dudosos fragmentos de huesos del autor de la universal novela. Bien es verdad que, por fortuna, algunos no comparten tal calentura, como el académico Francisco Rico que se ha deslindado y ha calificado de tontería la pesquisa acerca de sus huesos. Efectivamente: ¿se pretende hacer un parque temático con una ruta bien exprimida en el barrio de las Letras, con visitas organizadas, previo pago, a la cripta del convento de las Trinitarias, a la casa de Lope de Vega, a la de Góngora, a la de Quevedo y a la del mismo Cervantes? Ni una sola incitación para que interese la lectura de los lances del andante caballero manchego.
¡Qué contraste con el contenido del discurso leído por Juan Goytisolo en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes de las Letras del 2014! El premiado, con brevedad "gracianesca", mostró la significación del Quijote como obra literaria y aludió a la peripecia existencial de Cervantes en la que aún hay muchas sombras no aclaradas. Goytisolo se reivindicó, siguiendo a Carlos Fuentes, como “de nacionalidad cervantina”, y se figuró a don Quijote, a lomos de Rocinante, lanza en ristre, arremetiendo contra los esbirros, los corruptos, los mendaces, los desfachatados ladrones, y animaba a los lectores (del Quijote) a no soportar con resignación una sociedad dañada por la corrupción, el latrocinio organizado, el paro, el exilio profesional forzado de los más jóvenes… Y proponía “Volver a Cervantes y asumir la locura de su personaje como como una forma superior de cordura, tal es la lección del Quijote”.  

jueves, 7 de enero de 2016

Cuadernillo de Notas, 42

Nota sobre el Cuadernillo de Notas.
Desde el principio me he propuesto que estas Notas no tengan otro alcance que el doméstico y privado del  blog. Si yo le atribuyera alguna utilidad sería la de su carácter práctico, un procedimiento para recoger y almacenar detalles más o menos significativos que podrían ser utilizados más tarde en otros escritos. De modo natural traslado al Cuadernillo aquello que me afecta, me atrae o repele, o llama mi atención de transeúnte curioso: un intento de conjurar el olvido. No son el resultado de un diario minucioso, ni una reflexión sesuda ni llegan a la confidencia desnuda, pero sí puedo asegurar que yo mismo soy la materia con la que están elaboradas. A través de ellas se pueden deducir algunos rasgos de mi condición y humor. Y también mi estado de ánimo en diversos momentos.
No estoy nada seguro de si merecerán atención y de que alguien pueda dedicar un minuto  para detenerse en algo tan frágil y volandero. Si hubieran sido escritas con intención literaria hubiera cuidado más su apariencia.  

sábado, 2 de enero de 2016

Cuadernillo de Notas, 41  

Nochevieja. Tertulia en la cocina. Estoy aliñando una ensalada de jamón, foie y castañas para la cena. Uno me pasa la sal y la pimienta. Otra la miel. Otra, sensible a las cosas del lenguaje, nos recita, para abrir el apetito, una letanía antropofágica
improvisada . 
      
Carlitos es tan tierno que me lo comería a besos.
Remy es un yogurín.
Es tan dulce que, a Luis, le chuparía hasta los huesitos.
Lino está como un queso ... ... ...
Yo, de corta memoria y de hábitos insustanciales, me acojo al Diccionario del Diablo, de A. Bierce: “Un BESO no es otra cosa que un mordisco modificado”.

viernes, 1 de enero de 2016

Bicicleta de verano

Mirar con atención antiguas fotografías que han permanecido en cajas olvidadas, o tratadas con esmero en álbumes primorosos, o mezcladas de forma caótica en los contenedores de la última mudanza, me incita a recuperar ese instante preciso que ha quedado atrapado en el papel envejecido. El tiempo se ha detenido. Provocan en mí el deseo de descubrir algo que no se deja ver con sólo una ojeada superficial
Soy el voyeur nostálgico e impertinente de la mirada indiscreta que quisiera saber qué se oculta tras la pose de un cuerpo, bajo un sombrero, en una mano desmayada, en la mirada furtiva o en el botón desabrochado de la blusa. Me empeño en escudriñar los detalles periféricos y los fondos: un mapa en la pared, un auto que aparece, la loza en un anaquel, un jardín que se esfuma o la portada de una casa. Después viene lo de preguntar. E investigar.
Y, si hay caso, inventar una historia: “Lisardo Corchuelo, matador de novillos-toros sin éxito ni fortuna, se sentía aludido cada vez que en el cine o en la televisión, ya fuera comedia o drama, salía el tema de los cuernos por infidelidad de una mujer …”.