Ayer falleció mi amigo y compañero el catedrático de Latín José Navarro Bernedo, andaluz de pro.
Siempre recordaré a Pepe como el latinista exacto para transmitir conceptos, explicar significados poco usuales en las palabras y aclarar tantos aspectos de la cultura clásica que recibíamos con agradecimiento. Y todo esto lo resolvía con su finísimo sentido del humor y la cordialidad que trasladaba a sus alumnos y así como su sencillez en el trato, su elegancia en la actitud y en el vestir diario. En resumen, una persona encantadora con la que era un gusto conversar y convivir.
Su afición a las corridas de toros era bien conocida por todos los que fuimos sus próximos y gozábamos cuando nos ilustraba con su vastísimo conocimiento de todo lo que se relacionaba con el arte taurino.
No puedo dejar de mencionar a su esposa, Soledad Galera, igualmente profesora, que tan diligentemente ha cuidado a Pepe en la salud y en la enfermedad, a la que envío un cordial abrazo.
Requiescat in pace.
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